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La sexualidad es un proceso que nos acompaña a lo largo de toda nuestra vida. Sin embargo, hablar de ella no siempre resulta fácil. Muchos son los padres y madres que sienten miedo, angustia o inseguridad cuando se plantean la posibilidad de hablar de sexo con sus hijos. Es conveniente tener en cuenta que el grado de interés que éstos tengan en relación al tema variará en función de la etapa de desarrollo en la que se encuentren. Así, no será lo mismo hablar con un niño de 6 años, que con uno de 11 o un adolescente de 15.

La educación sexual no debe limitarse al mero aspecto reproductivo sino que comprende dimensiones biológicas, psicológicas y socio-culturales. De esta forma, debe enseñar actitudes y valores, información sobre salud sexual, identidad, relaciones, género, intimidad, imagen corporal y afecto, entre otras.

La inseguridad que solemos sentir los adultos se relaciona generalmente con cuándo, cómo y qué decirles a los niños sobre sexo. No tenemos muy claro qué deben saber y qué no, qué saben ya y qué necesitan, hasta qué punto es necesario tocar el tema en casa etc.

Aquí van algunos consejos que pueden facilitar esta labor.

¿Cuándo empezar a hablar de sexualidad con los niños?

Es mejor empezar a hablar con nuestros hijos sobre sexualidad en edades tempranas. Desde muy pequeños, tanto niños como niñas, manifiestan curiosidad acerca de su cuerpo y el del sexo opuesto. Esta curiosidad innata ofrece la oportunidad de iniciarse en el tema de manera natural en un ambiente de seguridad, respeto y confianza. Una manera de hacerlo con los más pequeños es enseñarles a nombrar las partes del cuerpo y enseñarles las diferencias entre niños y niñas. Actividades de la vida cotidiana como la hora del baño o soportes visuales como cuentos ilustrados pueden facilitar esta tarea. Es conveniente que adaptemos el lenguaje a la edad y madurez del niño cuando nos hagan preguntas, pero no es recomendable usar palabras más “infantiles” en sustitución de los términos adecuados como pene o vagina. Debemos llamar a las cosas por su nombre.

Por otro lado, es bueno que seamos nosotros los que tomemos la iniciativa de introducir paulatinamente el tema de la sexualidad, ya que ofrecerles la información apropiada desde el principio les ayudará a comprender que el sexo es una parte natural del desarrollo socio-emocional del ser humano.

Llegados a la pubertad, los niños, y sobre todo las niñas, experimentan cambios corporales a gran velocidad que pueden no comprender. Es por ello que debemos proporcionarles información no sólo de la etapa en la que se encuentren sino también sobre los cambios que les esperan en las siguientes. Por ejemplo, la menstruación en el caso de las niñas puede abordarse desde los 8 años aproximadamente, de manera que cuando suceda entiendan de qué se trata y lo asimilen con naturalidad.

¿Cómo hablar de sexualidad con los niños?

Como bien se ha comentado, la vida cotidiana ofrece diversas oportunidades de abordar el tema con niños, pero también con púberes y adolescentes. Los programas o series de televisión pueden ser una buena ocasión para comentar el tema de manera natural, sobre todo con adolescentes o preadolescentes que pueden sentirse identificados con los protagonistas. Con niños más pequeños, situaciones como ver a una mujer cercana atravesar las diferentes fases del embarazo podría ser una buena oportunidad para hablarles sobre este proceso. En todo caso, debemos tener presente que el día a día nos brinda momentos potencialmente educativos que podemos aprovechar para que hablar sobre sexualidad sea algo natural y sencillo. Es importante que desde pequeños sepan que no se trata de un tema tabú, y que los padres son una fuente segura de información a la que poder recurrir en caso de duda.

¿Qué cosas debo decirle a mi hijo sobre sexo?

En primer lugar, es fundamental que la información que les proporcionemos a nuestros hijos sobre sexo, independientemente de la edad que tengan, sea cierta, útil y precisa, siempre adecuándose a su grado de comprensión, madurez intelectual e inquietudes que manifieste. Además de hablarles acerca del proceso biológico reproductivo, también deben saber que las relaciones sexuales implican aspectos afectivos, emocionales y responsabilidades. Así, por ejemplo, sobre los 11 años podemos incluir reflexiones sobre la libertad a la hora de elegir pareja y la importancia de que la relación sea consentida y deseada por ambas partes. Es también un buen momento para introducir el tema de los embarazos no deseados y los métodos anticonceptivos. La sexualidad no es algo que debemos tratar puntualmente a modo de lección magistral sino que deberá repetirse a lo largo del tiempo conforme vayan surgiendo dudas y necesidades distintas. Debemos tener en cuenta que sobre los 19 años, aproximadamente el 70% de los adolescentes ya han tenido relaciones sexuales, por lo que es importante que les hayamos enseñado a tomar decisiones responsables al respecto.

Tratar con naturalidad el desconocimiento

Cuanta más información tengan los padres acerca de sexualidad y de las características propias de cada etapa del desarrollo evolutivo, con más seguridad y confianza podrán tratar el tema con sus hijos. Si se sienten incómodos o inseguros por falta de conocimiento en estas áreas, es conveniente que acudan a fuentes de información fiables como libros, recursos electrónicos o profesionales de la salud y la educación que les brinden la información que necesitan. Tratar el desconocimiento de manera natural delante de los hijos ayuda a fomentar en ellos la confianza que necesitan para abordar el tema y que no piensen que se trata de una cuestión prohibida en el seno familiar. Es mejor admitir claramente que no se tiene información para responder a las preguntas pero que se investigará para poder contestar.

En resumen:

  • La sexualidad es un proceso que nos acompaña toda la vida.
  • La educación sexual debe formar parte de la educación familiar y abordar las dimensiones tanto biológicas como socioafectivas
  • La actitud de los padres a la hora de tratar el tema es fundamental para generar un clima de confianza y seguridad en el que el niño se sienta libre para preguntar las dudas que le inquieten.
  • Es importante que la información que ofrezcamos sea verdadera, útil y precisa. En caso de no poseerla, será necesario formarse.
  • Debemos adecuar la información al nivel madurativo del niño, pero llamar a las cosas por su nombre.
  • La educación sexual es progresiva, debemos estar siempre abiertos a tratar el tema.

Recursos para padres:

https://www.plannedparenthood.org/esp/herramientas-para-padres/hablar-con-nuestros-hijos-sobre-sexo-y-sexualidad

https://www.healthychildren.org/Spanish/ages-stages/preschool/Paginas/Talking-to-Your-Young-Child-About-Sex.aspx

http://espanol.babycenter.com/a10900184/c%C3%B3mo-hablarle-sobre-sexo-a-tu-ni%C3%B1o

http://kidshealth.org/es/parents/sex-esp.html